Desconocimiento e intolerancia religiosa

La humanidad, creadora de creencias religiosas desde hace milenios, tiene actualmente una mayoría que dice creer en entidades religiosas siendo las religiones monoteístas las que han mostrado en muchos momentos de la historia un rostro perverso.

Sabemos que los judíos fueron los creadores de una religión que para ella, eran únicos, con lo cual no sentían deseos de convertir a todo el mundo, de modo que solo perseguían a los judíos. También sabemos que los cristianos conservando una fe judía pero con una revelación especial, añadieron el deseo romano de dominación universal, produciendo con esta combinación, la religión más fieramente intolerable que el mundo ha conocido hasta la fecha. Pero el gran desconocimiento de la religión musulmana que tiene sus inicios y bases en la judía y la cristiana es inmenso en occidente, sin olvidarnos que estamos hablando de una religión con más de 1.200 millones de seguidores y seguidoras.

Es un error al hablar de “terrorismo islámico”, vinculando terrorismo con Islam, cuando es terrorismo de Al Qaeda y de otros grupos extremistas. El terrorismo de estas organizaciones no puede ser identificado con el Islam, aun cuando apele a Dios para su justificación, como tampoco se identifica el terrorismo de Estado de Bush con el cristianismo, aun cuando él se declare cristiano y diga que actúa en nombre de Dios, ni la religión judía con la gran matanza actual de palestinos por el ejercito israelí, ni innumerables sucesos similares de la historia.

El mayor obstáculo para el respeto o aceptación entre religiones es el desconocimiento que unas religiones tienen de las otras. Las creencias religiosas como su negación son posiciones intelectuales que merecen respeto, sobre todo si lo consideramos a partir de los derechos humanos y las reglas democráticas. Y es por eso que la idea de creer o no creer en dioses pertenece únicamente a la privacidad del individuo y no a un orden político.