domingo, 1 de febrero de 2009

Petra, una ciudad perdida en el tiempo y en la historia



En el mes de agosto del 2008, recorrí durante un par de semanas, Israel y Jordania. Motivada por conocer territorios político, cultural y religiosamente delicados desde hace milenios y lugares de grandes civilizaciones antiguas, personajes históricos y bíblicos, llegue a donde hace años esperaba con ansias llegar: Petra.

Ubicada al sur de Jordania y conocida como la ciudad rosa, es una de las ciudades perdidas más asombrosas del mundo declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Fue excavada y tallada en rocas de tonalidades rojizas hace más de 2.000 años por el pueblo nabateo. Escondida en un misterioso e imperdurable valle, se mantuvo ajena al pasar del tiempo y de la historia durante siglos. Se dice que llego a albergar hasta 30.000 personas convirtiese en una gran urbe. La permeabilidad cultural del pueblo nabateo, comerciante y abierto a novedades, se hizo de notar en el aspecto arquitectónico. El gusto de lo helenístico y egipcio se manifestó en sus fachadas y principales estructuras, así como también posteriormente, lo romano y bizantino. La ciudad formaba parte de rutas comerciales del oriente (incienso, marfil africano, seda, especias) con dirección a Damasco y el Mediterráneo. Incluso los reyes magos de Oriente, pagaron tributos en Petra antes de visitar al niño Jesús. Pero con el tiempo, las rutas comerciales se desplazaron hacia un nuevo centro de poder: Bagdad, y Petra dejo de tener importancia. La zona se convirtiéndose en morada secreta de beduinos, descendientes de nabateos sucumbiéndose en el olvido, hasta que un explorador suizo, persiguiendo leyendas, dio con ella en 1812.

Pero historia y naturaleza merecen el mismo respeto, pues esta ciudad esta cedida en un espacio recóndito y sugestivo de un gran desierto. Durante siglos solo se conoció una única entrada a la ciudad llamada El Siq, que es una garganta serpenteante y estrecha de 1.200 metros de largo con tramos que superan los 100 metros de altura. A 50 metros del final, podemos visualizar una de las fachadas más impresionantes y mejor conservada llamada “El Tesoro”, la cual Indiana John la hizo protagonista. Pero este es solo uno de los más de 800 monumentos, tumbas y hallazgos que se encuentran repartidos entre colinas, valles y desfiladeros esperando ser visitados por los 3.000 visitantes diarios que llegan a Petra en temporada alta.

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